viernes, 13 de octubre de 2017

Sólo un corazón malo, envidioso y acostumbrado a la crítica...(Lucas 11, 15-26.)

Sólo un corazón malo, envidioso y acostumbrado a la crítica, puede atribuir el milagro de Jesús a una obra de Satanás. Jesús, el hijo de Dios, el Mesías esperado, vino al mundo para traer paz, amor y la enseñanza del verdadero camino que debemos recorrer, nos trajo también el milagro de la sanación, para que no suframos por culpa de la enfermedad.
Él siempre acude al llamado de sus hijos que con fe piden su ayuda. Que su luz nos ilumine siempre, para caminar en el bien y tener un corazón agradecido, por tantos milagros que obran en nuestra vida. Que sepamos distinguir todo lo bueno que su amor nos brinda y jamás tener el pensamiento ruin, de atribuir sus milagros al mal que busca nuestra destrucción. 

Feliz y bendecido día. 

Del Evangelio. Lucas 11, 15-26.

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