Mas que Salomón y Jonás, nuestra fe debe estar orientada siempre, hacia el ser que por amor dio su vida por nosotros para salvarnos y que día a día, sigue manifestándose en nuestra vida. Sepamos escuchar y entender todo lo que de Él proviene, porque, el camino, la verdad y la vida le pertenecen.
Él es nuestra esperanza de lograr ser mejor cada dia, de mirar con mayor confianza el futuro y de dar pasos firmes en nuestro, a veces difícil caminar. El miedo, la angustia, la tristeza y dolor, se disipan con la fe en Cristo, pues, todo poder se le ha dado en el cielo y en la tierra. ¡¡Gloria al padre, al Hijo y al Espíritu Santo!!.
Feliz y bendecido día.
Del Evangelio. Lucas, 29, 11-32.
No hay comentarios:
Publicar un comentario