Del corazón de un hombre limpio, que cree en Dios y obra siempre en el bien, difícilmente podamos escuchar palabras que puedan herir, ni ofender al hermano. Jesús al decir que, "Lo que sale del corazón es lo que mancha al hombre", se refiere a la maldad que permitimos entrar en nosotros, por la falta de fe, por no darnos a la oración, por no alimentarnos del conocimiento que nos da las escrituras y sobre todo, por no alimentarnos de la Eucaristía, nuestro principal alimento.
Tengamos en cuenta, que nuestro peor enemigo es el maligno, el que no desea nuestro bien, sino nuestra destrucción, él, no descansa, espera el momento oportuno de nuestra debilidad, para atacar y usarnos a su favor, para actuar en contra de los hijos de Dios, desviándonos del camino de la verdad. Dios nos de fe y fortaleza, para animar nuestra voluntad, de limpiar nuestro corazón y alcanzar la dignidad de ser verdaderos hijos del Altísimo.
Feliz y bendecido día.
Del Evangelio. Marcos 7, 14-23
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