viernes, 2 de febrero de 2018

Evangelio del día Viernes, 02 de Febrero de 2018....Cuando se cumplieron los días en que ellos debían purificarse según manda la ley de Moisés..

Presentación del Señor
Mal 3,1-4/Hb 2,14-18
Lc 2,22-40
Evangelio:
"Cuando se cumplieron los días en que ellos debían purificarse según manda la ley de Moisés, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor. Lo hicieron así porque en la ley del Señor está escrito: “Todo primer hijo varón será consagrado al Señor”. Fueron, pues, a ofrecer en sacrificio lo que manda la ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones. En aquel tiempo vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón. Era un hombre justo, que adoraba a Dios y esperaba la restauración de Israel. El Espíritu Santo estaba con él y le había hecho saber que no moriría sin ver antes al Mesías, a quien el Señor había de enviar. Guiado por el Espíritu Santo, Simeón fue al templo.
Y cuando los padres del niño Jesús entraban para cumplir con lo dispuesto por la ley, Simeón lo tomó en brazos, y alabó a Dios diciendo: “Ahora, Señor, tu promesa está cumplida: ya puedes dejar que tu siervo muera en paz. Porque he visto la salvación que has comenzado a realizar ante los ojos de todas las naciones, la luz que alumbrará a los paganos y que será la honra de tu pueblo Israel”. El padre y la madre de Jesús estaban admirados de lo que Simeón decía acerca del niño. Simeón les dio su bendición, y dijo a María, la madre de Jesús: “Mira, este niño está destinado a hacer que muchos en Israel caigan y muchos se levanten. Será un signo de contradicción que pondrá al descubierto las intenciones de muchos corazones. Pero todo esto va a ser para ti como una espada que te atraviese el alma”. También estaba allí una profetisa llamada Ana, hija de Penuel, de la tribu de Aser. Era muy anciana. Se había casado siendo muy joven y vivió con su marido siete años; pero hacía ya ochenta y cuatro que había quedado viuda. Nunca salía del templo, sino que servía día y noche al Señor, con ayunos y oraciones. Ana se presentó en aquel mismo momento, y comenzó a dar gracias a Dios y a hablar del niño Jesús a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén. Cuando ya habían cumplido con todo lo que dispone la ley del Señor, regresaron a Galilea, a su pueblo de Nazaret. Y el niño crecía y se hacía más fuerte y más sabio, y gozaba del favor de Dios."
Palabras del Señor❤
Comentario:
Cuando María y José se acercaron al templo para presentar a Jesús, hubo fiesta. Dos judíos piadosos reconocieron que ese niño venía a realizar las esperanzas del pueblo, a cumplir las promesas. Ellos, que expresaban su fe con alegría, representan a los creyentes que reconocen a Dios cuando se hace presente. Ana “se puso a dar gracias a Dios” y se convirtió en misionera: hablaba del niño “a todos los que esperaban la liberación”. Simeón proclamó a Jesús como la luz para su pueblo, que debe derramarse en toda la tierra. Por eso se encienden candelas, y esta fiesta suele llamarse “candelaria”. Cada uno está llamado a dejarse iluminar por Jesús, a reconocer que él ya ha venido y que con su llama puede llenar de luz la propia vida.
Oración🙏🏼
Padre celestial en el nombre de Jesús te damos gracias por enviar a tu Hijo único para ser la luz de nuestros corazones...Amén..
bendiciones

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